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    Día de la diversión del equipo Soeteck: Risas, juegos y vínculos más fuertes

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    Cuando llegaron los días soleados del otoño, Soeteck organizó un fantástico evento de equipo centrado en "Fortalecer el cuerpo y unir los corazones, Soeteck avanza unido". No se trataba sólo de jugar, sino de acercar a los compañeros de equipo, pasarlo bien y crear el tipo de vínculo que hace que el trabajo sea más divertido. Veamos los mejores momentos de nuestro día.

    1. Diversión al aire libre: Juegos que nos unieron

    Empezamos con actividades al aire libre que hicieron que todo el mundo se moviera y riera. Sin reglas rígidas, solo diversión y trabajo en equipo.

    Bicicleta de montaña: "Trail Runners" sobre dos ruedas

    Nuestros compañeros se convirtieron en "trail runners" sobre dos ruedas. Recorriendo senderos forestales, nos animábamos unos a otros cuando las cuestas se ponían difíciles y nos chocábamos los cinco en los paseos tranquilos. No se trataba de velocidad, sino de compartir un paseo divertido, pedalada a pedalada.

    Partida de Paintball: El gran éxito del día

    ¿El punto culminante de la diversión al aire libre? Nuestra partida de paintball. Nos dividimos en equipos de chicas y chicos, y empezó el caos (¡del bueno!). Las chicas utilizaron trucos ingeniosos para acercarse sigilosamente y tender emboscadas, mientras que los chicos se lanzaron a por todas con atrevidas cargas. Ganar no importaba, en absoluto. De lo que nos reiremos durante semanas es de los fallos tontos, de los gritos de "¡te tengo!" y de cómo nos mantuvimos unidos incluso "bajo fuego".

    Diversión en el voleibol: "Invictos" contra "Espadachines"

    Dos equipos con nombres épicos - "Los invictos" y "Los espadachines"- se enfrentaron en un partido de voleibol. Sin reglas estrictas, sin presión: sólo gente saltando para golpear la pelota, fallando accidentalmente (y riéndose de ello), y los laterales gritando "¡Vamos! ¡Vamos!" a pleno pulmón. "Los Espadachines" se llevaron la victoria, pero "Los Invictos" sonrieron durante su "castigo" de 5 empujones. Al final, la diversión era el único trofeo que importaba.

    2. Indoor Good Times: Relajarse y competir

    Después de quemar energías en el exterior, nos dirigimos al interior para mantener el buen ambiente: algunos se relajaron, otros mantuvieron viva la competición amistosa.

    Torneo de billar: Los profesionales ocultos de Soeteck

    ¿Quién iba a decir que Soeteck tenía tantos expertos en billar? Los compañeros de equipo se inclinaban sobre la mesa, entrecerraban los ojos para alinear los tiros y aplaudían tanto cuando entraba una bola que se oía el eco. Incluso cuando alguien fallaba un tiro fácil, bromeábamos: "Buen intento, la próxima vez", en lugar de quejarnos. Entregamos pequeños trofeos a los ganadores, pero, sinceramente... Todo el mundo se sentía como un campeón por el mero hecho de participar.

    Chill Time: Pasar el rato como amigos

    El tiempo de relax era el favorito de todos. Algunos cogieron micrófonos para la KTV, donde se podía (y se fomentaba) cantar desafinadamente canciones antiguas y pop. Otros se sentaron a jugar al póquer o al mahjong, riéndose cuando alguien tenía una mala mano. Algunos incluso probaron suerte en la máquina recreativa y se alegraron cuando alguien consiguió un peluche. No se hablaba de trabajo ni de plazos, sino de amistad entre compañeros de Soeteck.

    3. Premios y cena: Celebración mutua

    A medida que se acercaba el final del día, pasamos a celebrar entre sí-con pequeños premios y una cena acogedora que parecía una reunión familiar.

    Pequeños premios, grandes sonrisas

    Entregamos premios sencillos pero significativos: un certificado al "Jugador más enérgico" (¡enhorabuena a Mike, que sonrió sin parar de principio a fin!) y medallas a los ganadores del torneo de billar. Estos pequeños regalos no tenían que ver con ser los mejores, sino que eran nuestra forma de agradecer la energía, las risas y las ganas de participar de todos.

    Cenar Juntos: Historias y más risas

    Al ponerse el sol, nos sentamos alrededor de mesas cargadas de comida caliente y bebidas frías. Hablamos de los momentos más divertidos del día: "¿Recuerdas cuando Sarah se resbaló un poco en la bici y se rió tanto que no podía mantenerse en pie?". "¿Viste la cara de los chicos cuando las chicas les tendieron una emboscada en el paintball?". Incluso charlamos sobre victorias en el trabajo y planes de futuro, pero sobre todo nos reímos. Al final de la cena, todos nos sentíamos más unidos que nunca, como un equipo que no sólo trabaja junto, sino que también se ríe. cuida entre sí.

    4. Mirando hacia el futuro: Llevar la diversión al trabajo

    Este día no fue sólo para divertirnos, fue un recordatorio de por qué nos encanta formar parte del equipo Soeteck. Nos reímos juntos, nos ayudamos mutuamente (¡un saludo al compañero que arregló la bicicleta de Sarah!) y creamos recuerdos que permanecerán con nosotros mucho después de que acabe el día.

    A continuación, llevaremos esta energía al trabajo: apoyándonos mutuamente en proyectos difíciles, celebrando las pequeñas victorias (¡incluso las más pequeñas!) y manteniendo vivo ese sentimiento de "estamos juntos en esto". Porque en Soeteck sabemos algo importante: un equipo que se divierte unido, trabaja mejor unido.

    Brindemos por más días maravillosos, más risas y más lazos fuertes con el mejor equipo del mundo: Soeteck.

    soeteck

    Sobre el autor

    Sun Wei

    Sun Wei es un experimentado Director de Operaciones con más de 5 años en el sector. Destaca en la optimización de procesos y la mejora de la eficiencia operativa, así como en la dirección de equipos multifuncionales. Tiene una sólida formación técnica y le apasiona la mejora continua.

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